Creación de valor y eliminación de desperdicios e ineficiencias.

· Operational Excellence

“No hay nada tan inútil como hacer con gran eficiencia algo que no debería hacerse en absoluto.” – Peter Drucker

En el contexto actual de alta competencia y recursos limitados, las organizaciones enfrentan el reto de maximizar el valor que entregan a sus clientes al tiempo que eliminan desperdicios e ineficiencias. El valor, en términos empresariales, se define como aquello por lo que el cliente está dispuesto a pagar. Todo lo que no sume a esa propuesta se convierte en desperdicio y, por lo tanto, en una oportunidad de mejora.

De acuerdo con el Lean Enterprise Institute, entre un 30% y un 40% de las actividades en una empresa promedio no agregan valor directo al cliente. Esto incluye tareas redundantes, procesos burocráticos, tiempos de espera excesivos, retrabajos y fallas de comunicación. Eliminar estos elementos no solo incrementa la productividad, sino que también libera recursos que pueden reinvertirse en innovación y diferenciación.

En este sentido, la creación de valor implica diseñar productos, servicios y procesos centrados en el cliente, donde cada actividad debe responder a la pregunta: “¿Esto mejora la experiencia o satisfacción del cliente?”. Las compañías líderes logran mantener este enfoque, asegurando que la innovación y la eficiencia trabajen de manera conjunta.

“El desperdicio es cualquier cosa que no añade valor al cliente.” – Taiichi Ohno, padre del Sistema de Producción Toyota

Un ejemplo icónico lo representa Toyota, pionera en la filosofía Lean Manufacturing. Al identificar y eliminar sistemáticamente siete categorías de desperdicio —sobreproducción, inventarios, movimientos innecesarios, tiempos de espera, transporte, sobreprocesos y defectos— logró reducir costos, incrementar calidad y ganar participación de mercado global. Otro caso relevante es el de Amazon, que optimizó su cadena de suministro utilizando análisis de datos y automatización para minimizar tiempos de espera y maximizar la satisfacción del cliente. Gracias a ello, Amazon logró reducir sus tiempos de entrega en un 50% en mercados clave durante la última década, consolidando su ventaja competitiva.

Recomendaciones prácticas

  • Escuchar al cliente: implementar mecanismos de retroalimentación continua para alinear la operación con lo que realmente se valora.
  • Establecer métricas claras: medir indicadores de eficiencia (tiempo de ciclo, costos operativos, defectos) y de valor (satisfacción del cliente, recurrencia, recomendaciones).
  • Mapear procesos críticos: utilizar herramientas como el Value Stream Mapping para visualizar cada etapa y distinguir entre actividades de valor agregado y desperdicios.
  • Fomentar una cultura de mejora continua: empoderar a los colaboradores para proponer cambios y eliminar obstáculos cotidianos.
  • Apalancar la tecnología: herramientas digitales, automatización y análisis de datos pueden ayudar a detectar ineficiencias invisibles y a diseñar soluciones más rápidas.

La creación de valor y la eliminación de desperdicios no son esfuerzos aislados, sino una disciplina constante que exige atención al detalle, compromiso con la mejora continua y un enfoque incansable en el cliente. Las empresas que logran este equilibrio no solo mejoran su rentabilidad, sino que también aseguran su relevancia y sostenibilidad a largo plazo.

En definitiva, competir en un entorno globalizado no consiste en hacer más, sino en hacer lo correcto con la mayor eficiencia posible.

En Hominum contamos con el expertise para ayudar a tú organización a lograr mayores y mejores resultados por medio de la optimización de procesos a partir de un enfoque de mejora continua, apoyado en un equipo multidisciplinario de consultores en las áreas de Excelencia Operacional, Capital Humano y Transformación Digital, entre otras.

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Carlos Gaeta. Profesional con más de 20 años de experiencia operativa y directiva a nivel nacional e internacional en los sectores relacionados a la manufactura en empresas de talla mundial en las áreas de diseño y desarrollo de nuevos productos; planeación, ejecución y control de proyectos de inversión industrial; manufactura, aseguramiento de calidad, servicio a cliente, reducción de costos y mejora continua.