Cuando éramos pequeños, cualquier momento era el mejor para jugar. ¿Y qué pasa cuando pasamos a la vida adulta? ¿Sabías que dedicarle tiempo al juego ayuda a nuestro cuerpo y mente a generar bienestar?
El juego es parte de la experiencia humana desde hace miles de años y cumple una función evolutiva y social. Nos permite representar roles, anticipar situaciones, interpretar la realidad y aprender de forma natural. A través de él aprendemos reglas, observamos, actuamos con cierto riesgo controlado y vivimos emociones que fortalecen nuestras capacidades.
¿Por qué lo lúdico es tan poderoso para nuestro cerebro?
Marta Romo señala que el juego activa nuestro sistema de recompensa: necesitamos disfrute, un poco de tensión y la sensación de libertad. Al jugar entrenamos al cerebro a estar más presente y abiertos al aprendizaje.
Además, como no hay riesgo real, desaparece el miedo al error. El fracaso se vuelve parte del proceso, lo que nos relaja y nos permite experimentar sin presiones. Al mismo tiempo, segregamos endorfinas, neurotransmisores que reducen la ansiedad y generan bienestar.
El juego, en esencia, nos vuelve más auténticos, creativos y libres.
El juego como vía de aprendizaje social
Pablo Herreros propone el juego como un camino para ensayar comportamientos sociales si se cumplen ciertas condiciones:
- Que esté desligado de las exigencias del día a día.
- Que permita explorar roles de autoridad sin su presencia directa.
- Que las personas interactúen como “iguales”.
- Que se respete la libertad individual.
Cuando estas condiciones se cumplen, el juego no solo divierte, sino que también refuerza la confianza, la colaboración y la resiliencia.
Un ejemplo en México: Coca-Cola FEMSA
En México, Coca-Cola FEMSA ha integrado actividades lúdicas y recreativas dentro de su estrategia de Bienestar Integral.
- Implementan torneos deportivos, retos de salud y dinámicas de integración que promueven la convivencia.
- Estas actividades no solo cuidan la salud física, también reducen el estrés, fortalecen vínculos y promueven la autoconfianza de los equipos.
- Incluso han institucionalizado el rol de “Coordinador de Estrategia de Bienestar” para garantizar que estas iniciativas sean constantes y parte de su cultura laboral.
Este ejemplo muestra cómo, cuando las empresas apuestan de forma consciente por el juego y el bienestar, los beneficios se multiplican: equipos más motivados, colaboradores más resilientes y organizaciones más humanas.
El juego no es una frivolidad: es una de las herramientas más poderosas para reducir el estrés y desarrollar la autoconfianza.
Hoy te invito a ponerlo en práctica en tu vida diaria: con tu familia, amigos o compañeros de trabajo. Aunque sean solo unos minutos, juega, ríe, imagina.
Y si lideras un equipo, pregúntate: ¿cuándo fue la última vez que organizaron una actividad lúdica?
Tal vez sea momento de iniciar un círculo virtuoso en tu organización, uno donde el juego no solo divierta, sino que también fortalezca a las personas y a los equipos.
En HOMINUM Business Solutions, contamos con una propuesta de Team Building para trabajar diferentes temas con los colaboradores.
Si estás buscando una forma de potenciar la capacidad de tu equipo y mejorar los resultados de tu empresa, ¡estamos aquí para ayudarte! Contáctanos a través de nuestra página y comencemos a diseñar la sesión de juego y aprendizaje adecuada para tu organización.

María Claudia Ortíz Vázquez es especialista en Recursos Humanos y capacitación, con una Maestría en Prospectiva Estratégica por el ITESM y una Licenciatura en Administración por el ITSLP. Es capacitadora certificada por CONOCER y la STPS, con experiencia en evaluación por competencias y desarrollo organizacional. Ha trabajado en empresas como Valeo y General Electric, además de asesorar microempresas en planeación y desarrollo de negocios. Su trayectoria incluye consultoría en selección de personal, diagnóstico de entrenamiento y desarrollo gerencial. También ha sido docente en instituciones como el ITESM, Tec Milenio y la EBC.